Alejandro Tabilo enfrenta crisis deportiva y familiar que afecta su rendimiento

Alejandro Tabilo, número uno del tenis chileno y ubicado actualmente en el puesto 42 del ranking ATP, atraviesa uno de los momentos más difíciles de su carrera y vida personal. Tras un excelente inicio de 2024 que lo llevó a estar en el top 20 mundial, sufrió un grave revés debido a un edema óseo en su muñeca izquierda, lesión que lo ha mantenido fuera del circuito y lo obligó a desertar de torneos claves como los Masters 1000 de Madrid y Roma, donde defendía importantes puntos. Esta situación ha provocado una caída en el ranking que lo dejará fuera del top 50, complicando asimismo su intención de llegar competitivo a Roland Garros.

Paralelamente al deterioro de su condición física y resultados deportivos, Tabilo enfrenta una profunda crisis familiar que explotó públicamente a través de polémicos mensajes en redes sociales. Su padre, Ricardo Tabilo, cuestionó públicamente al jugador afirmando que Alejandro había “olvidado a su madre” tras iniciar una relación con su pareja actual, Malena de Lorenzo, y lanzó fuertes críticas en un posteo en Facebook. El tenista respondió acusando a su padre de mentir de manera cobarde y eliminó posteriormente su réplica. Además, su hermano Sebastián sumó controversia al criticar duramente a Alejandro, insinuando que el ego perjudicó su carrera.

Este quiebre familiar, que fuentes cercanas atribuyen a conflictos económicos y personales, ha impactado negativamente en la estabilidad emocional del jugador y, según su entrenador Horacio Matta, ha influido en su rendimiento dentro de la cancha. Tabilo, nacido en Toronto y criado en un ambiente con fuertes raíces chilenas, ha visto la conexión con su familia fracturada, encontrando apoyo en su pareja y en su equipo técnico, que ha tenido que reestructurarse tras la lesión. Mientras avanza en la recuperación física y busca retomar la confianza competitiva, el contexto complicado fuera de la cancha representa un desafío adicional para el tenista, quien debe enfrentar simultáneamente sus problemas personales y deportivos para intentar recuperar la senda del éxito.