Actualizado el 4/22/2025
Diversidad geográfica, tensiones internas y un récord de cardenales marcarán la definición del nuevo líder de la Iglesia Católica
Tras el fallecimiento del papa Francisco, la Iglesia Católica se prepara para uno de los cónclaves más diversos y desafiantes de su historia. Del 135 cardenales habilitados para elegir al próximo pontífice, la mayoría (108) fueron nombrados por el propio Francisco, quien impulsó una visión más universal del catolicismo, ampliando la representación a países tradicionalmente fuera del centro de poder eclesiástico como Mongolia, Lesoto o Timor Oriental. La reunión, prevista para principios de mayo, será la más numerosa desde que existe la norma de limitar a 120 el número de electores y contará con cardenales de 70 países, aunque el peso europeo, histórico predominante, sigue siendo importante con el 39% de los votos, menor al 52% de 2013. Destaca la presencia italiana (17), estadounidense (10), brasileña (7) y argentina (4) entre los países con más representantes.
El colegio cardenalicio muestra diversidad etaria y geográfica, con una media de 70 años; el más joven es el arzobispo de Melbourne, de 45 años. Los últimos nombramientos reflejan un cambio de equilibrio: los cardenales de África y Asia han crecido de forma notable, y América Latina tendrá 24 electores habilitados, entre ellos representantes de Brasil, Argentina, México, Chile y otros países andinos y caribeños.
Sin embargo, este cónclave no sólo será singular en cuanto a su internacionalización, sino también por la tensión entre corrientes internas. El legado pastoral de Francisco, marcado por reformas sociales y una apertura a la diversidad, ha generado una pugna entre al menos tres tendencias principales: el bloque conservador, que aspira a una vuelta a posturas tradicionales y su influencia mediática ha crecido en los últimos años; el sector progresista que desea profundizar las reformas, aunque dividido entre quienes piensan que Francisco avanzó poco y los que apoyan su línea reformadora; y la llamada "facción bergogliana", interesada en continuar la senda latinoamericana.
Entre los nombres que suenan para liderar la Iglesia destacan, del lado conservador, el cardenal húngaro Péter Erdö y el congolés Fridolin Ambongo; del progresista, el italiano Matteo Zuppi, el ghanés Peter Turkson y el filipino Luis Antonio Tagle, además de la figura de consenso del secretario de Estado Pietro Parolin. Las posturas en juego van desde la revisión del celibato sacerdotal hasta la acogida de migrantes y fieles homosexuales, pasando por la defensa de los ritos en latín y el rechazo a los cambios impulsados por Francisco.
Este cónclave, con precedentes de polarización y atención global, pondrá a prueba la capacidad de la Iglesia para alcanzar los dos tercios necesarios (92 votos) y elegir un líder capaz de unir las diferentes sensibilidades, en un contexto marcado por desafíos geopolíticos y sociales dentro y fuera del Vaticano.
Referencias
[EMOL] Conservadores vs. progresistas: Las dos corrientes que pugnarán en el cónclave para elegir al nuevo papa[La Tercera] Así será el próximo cónclave: 135 cardenales, una media de 70 años y menos europeos[EMOL] El cónclave más internacional de la historia: Quiénes son los cardenales que elegirán al sucesor de Francisco