Actualizado el 4/22/2025
Un proceso ceremonial y político único comienza tras el fallecimiento del pontífice, con un colegio cardenalicio diverso y desafíos inéditos para la sucesión papal.
El lunes 21 de abril de 2025 falleció el Papa Francisco a los 88 años, víctima de un derrame cerebral y una insuficiencia cardíaca. Su muerte marca el final de un pontificado notablemente transformador: fue el primer Papa latinoamericano y jesuita, e impulsó una agenda de apertura social, inclusión de migrantes, protección medioambiental y modernización institucional del Vaticano. Destacan entre sus legados la descentralización del gobierno eclesial, la mayor relevancia dada a los laicos —incluidas las mujeres— y la conformación del colegio cardenalicio más diverso de la historia, con representación de 93 países y un visible incremento de cardenales provenientes de África, Asia y Oceanía.
El proceso de sucesión, regido por siglos de tradición y normas canónicas, se inicia con la 'sede vacante', período de excepción en que toda la Curia Romana dimite y es el camarlengo, actualmente el cardenal irlandés Kevin Farrell, quien administra los asuntos cotidianos de la Iglesia. El duelo oficial se extiende por nueve días, durante los cuales el cuerpo de Francisco es velado en la Casa Santa Marta y posteriormente trasladado a la Basílica de San Pedro para las exequias, previstas para el sábado 26 de abril, permitiendo a los fieles despedirse del pontífice.
Tras el funeral y no más allá del vigésimo día desde el fallecimiento, la atención se traslada a la Capilla Sixtina, donde los cardenales electores —menos de 80 años— se encierran bajo estrictas medidas de aislamiento (cónclave) hasta consensuar al nuevo Papa. La votación se realiza de forma secreta y requiere dos tercios de los votos; el mundo sigue expectante las tradicionales fumatas negras o blancas que indican progreso o el esperado ‘Habemus Papam’.
Este cónclave será uno de los más impredecibles y multinacionales de la historia, reflejo de la huella global de Francisco. Entre los posibles sucesores destacan figuras como Matteo Zuppi, de tendencia social y aperturista; Pietro Parolin, actual secretario de Estado vaticano y diplomático experimentado; Fridolin Ambongo, arzobispo africano defensor de posiciones conservadoras sobre moral sexual; y Pierbattista Pizzaballa, patriarca de Jerusalén, considerado ejemplo moderno de liderazgo eclesiástico. Sin embargo, los analistas coinciden en que las etiquetas de progresista o conservador se difuminan en las complejidades de la Iglesia actual.
Las próximas semanas serán decisivas: el impacto mundial del fallecimiento de Francisco, el vigoroso debate sobre su legado y la búsqueda de un sucesor capaz de guiar a una Iglesia en transformación configuran un momento histórico de profundo significado espiritual y político para el catolicismo.
Referencias
[EMOL] ¿Qué es un cónclave y cómo elige a un nuevo papa?: Claves del hermético rito que definirá el futuro de la Iglesia[La Tercera] El ambiente de cónclave se toma el Vaticano[EMOL] "Habemus papam", "camarlengo", "cónclave"...: Conceptos para entender la designación del nuevo papa[La Tercera] Varias ceremonias y un funeral: el calendario de duelo del Papa Francisco [La Tercera] El legado del Papa Francisco